lunes, 28 de diciembre de 2009

Generosidad: Dar y darse sin esperar nada a cambio.

Al coincidir estas fechas navideñas me he levantado preguntándome si podría identificar algunas de las causas por las que nuestra sociedad actual padece de tantos males como el consumismo, la violencia, la drogadicción, etc.
¿Cómo podremos contribuir aunque sólo fuese un poco a la curación de un medio social desgarrado y enfermo por tantos males y desdichas?. Hemos olvidado quizás que vivimos en una relación con los demás, que aunque a veces nos parezca innecesaria, nos hace ser lo que somos. ¿Qué ha pasado con la generosidad? Veo en nuestra actual sociedad como, de manera inconsciente, colocamos la comodidad, el dinero y la imagen como los valores supremos dentro de las virtudes que todo ciudadano moderno debe de tener. ¿Y la generosidad, dónde queda? Esa capacidad dentro de nuestros corazones que nos despierta la necesidad de ayudar a los demás, de entregar parte de nuestro tiempo a causas nobles, de desprendernos de algunas cosas que atesoramos, pero que nunca usamos. ¿Será que nuestra cultura nos está convenciendo de la importancia de la egolatría como medio de figurar más en el teatro social?
En esta época que vivimos, que exalta como valores supremos la comodidad, el éxito personal y la riqueza material, la generosidad parece ser lo único que verdaderamente vale la pena en esta vida.
El egocentrismo nos lleva a la infelicidad, aunque la sociedad actual nos quiera persuadir de lo contrario. Cuando la atención se vuelca hacia el “Yo”, se acaba haciendo un doble daño: a los demás mientras se les pasa por encima, y a uno mismo, porque a la postre se queda solo.
Pero ¿Qué es la generosidad?
Generosidad es pensar y actuar hacia los demás, hacia fuera, no hacia adentro.
A pesar de la gran desvalorización de la sociedad, hay que decir que muchos hombres y mujeres son ejemplos silenciosos de generosidad: las personas que de forma voluntaria y desinteresada dedican su tiempo y esfuerzos a ayudar a otras personas que lo necesitan a través de un voluntariado, la juventud generosa que ayuda a sus amigos cuando tienen problemas,existen muchos ejemplos que sin duda podriamos seguir. Siempre es más fácil hacer un acto grandioso por el cual nos admiren, que “simplemente” darnos a los demás sin obtener ningún crédito. Y es que casi todos tendemos a buscar el propio brillo, la propia satisfacción, el prevalecer sobre los demás y solemos evitar el dar nuestra luz a los demás.
Dar sin esperar nada a cambio, entregar parte de tu vida, volcarse a los demás, ayudar a los que lo necesitan, dar consuelo a los que sufren, eso es generosidad. La generosidad es una semilla que siembra el amor, y puede ser la luz que nos saque del oscurantismo materialista dentro del cual, muchos de nosotros estamos viviendo en la más negra de las ignorancias.
Al reflexionar sobre esta virtud, encontramos que la vida del ser humano esta llena de oportunidades para servir y hacer un bien al prójimo.Ser generoso es algo que muchas veces requiere un esfuerzo extraordinario. El vivir con la conciencia de entrega a los demás, nos ayuda a descubrir lo útiles que podemos ser en la vida de nuestros semejantes, alcanzado la verdadera alegría y la íntima satisfacción del deber cumplido con nuestro interior.
Practicando la generosidad en silencio, sin reflectores y sin anuncios en los medios sociales, es la única manera de que, no perdiendo su esencia, nos proporcione paz interior.

viernes, 13 de noviembre de 2009

El test del Árbol

El test del árbol es un test proyectivo de la personalidad profunda.Es una técnica muy utilizada tanto en la practica clínica como en la practica laboral.Analizar las distintas partes del dibujo del árbol nos brinda importante información.El tronco nos permite evaluar principalmente:-Nivel de Fortaleza Yoica, que es aquella que le permite al sujeto afirmarse en la realidad, perseverar en las metas u objetivos del Yo, resistir las presiones y frustraciones del medio ambiente en el que el sujeto vive y se realiza.-Nivel de estabilidad emocional. Presencia y nivel de conflictivas asociadas tales como: sensibilidad, vulnerabilidad, susceptibilidad, rigidez emocional ,adaptabilidad.-Nos permite evaluar el como se encuentra actualmente el sujeto su fortaleza, criterio de realidad, la capacidad para controlar sus emociones e impulsos.La anchura del tronco nos indicara que polo predomina en el yo .aspectos mas ligados a lo impulsivo, a la acción, emocionales, a aspectos mas racionales o un equilibrio entre ambos.Un tronco muy delgado se trata de sujetos que poseen mucha sensibilidad, delicadeza y refinamiento. Según la calidad del trazo podremos verlo en el sentido señalado o como vulnerabilidad acentuada del yo ante las presiones, tensiones o demandas externas. A veces se trata de personas que tienden a la idealización e intelectualización de lo que les pasa o sienten.Un tronco muy ancho significa que predomina el polo instintual, es decir se tratara de sujetos con un predominio de aspectos mas ligados a la acción, a la expresión emocional intensa, probable es también una mayor tendencia a la acción impulsiva, a una menor capacidad de autocontrol.Ahora bien: un Tronco normal: Se caracteriza por hallarse un equilibrio entre anchura y delgadez y por ende mas allá de los contenidos y estados emocionales que el tronco nos permite evaluar, vemos que el sujeto puede manejar los mismos. Por ende los procesos racionales actúan positivamente.Otro elemento a tomar en cuenta en el Dibujo del Árbol es el Suelo.El suelo, constituye la línea de base , de sustentación , puede o no estar presente, su principal sentido es vincularlo a la estabilidad ,el grado y la modalidad con la cual un sujeto afirma su personalidad.Su presencia nos habla de que el sujeto cimienta su personalidad sobre un criterio de realidad que funciona adecuadamente no se maneja con utopías, hay un cierta estabilidad en su conducta.Su ausencia nos da cuenta de que el sujeto experimenta un sentimiento de inseguridad, desarraigo en tanto le falta un piso firme en donde apoyarse . Será importante ver la calidad del árbol en su totalidad para integrar y seleccionar la interpretación mas adecuada..Otro de los elementos importantes en el dibujo del Árbol es el pasto.La presencia grafica de pastos implica con mayor o menor intensidad algún conflicto ambiental. Hacer pastos implica que en la realidad actual del sujeto, existen algunas asperezas, incomodidades.Para su análisis utilizaremos estas variables de observación:a) Lugar donde se produce el dibujo del pasto: a derecha o a izquierda o en ambos lados.b) Intensidad de los pastos, son pocos o son intensosc) Longitud de los pastos.d) Estilo o tipo de pastos.Análisis de las Ramas:Al evaluar las ramas en el test del árbol obtenemos información respecto a dos aspectos de la personalidad:La capacidad y modalidad con que el sujeto se maneja en sus relaciones interpersonales .La capacidad para obtener del ambiente la satisfacción a sus necesidades personales.La presencia de ramas nos da cuenta de sujetos que interactúan desde el plano interpersonal de una manera más activa.La ausencia de ramas: pero un follaje normal, denotan que la interacción con el ambiente se hace en forma menos espontánea. Hay un comportamiento en general mas reflexivo, prudente. La actitud para satisfacer sus necesidades personales esta mas disminuida

martes, 3 de noviembre de 2009

El equilibrio interior a través de nuevas expresiones.


Cualquier tipo de expresión artística puede convertirse en un elemento mediador de estados emocionales y mejorar el nivel de autoestima personal.
El arte como terapia utiliza los medios artísticos de forma transdisciplinaria,dinamiza el acto creativo para conocer y comprender mejor tus sentimientos, permitiendo conectarte contigo mismo(a) y así ayudarte a tener una reconciliación con tu propia historia.
El acto artístico, cualquiera que sea:pintura, danza, música,escritura, teatro, escultura,etc, solicita la imaginación, la intuición,la sensibilidad, las emociones,los sentimientos.
El arte-terapia pone en funcionamiento todas estas actividades para revelar los bloqueos, las experiencias negativas, los sufrimientos, todo l que nos impide realizarnos y vivir plenamente.
El arte como terapia no es entendido como el concepto de una manifestación artística, para utilizar el arte como forma de terapia, no es imprescindible saber pintar,dibujar, bailar o dominar cualquier otro medio artístico, tampoco se hace necesario aprender cómo hacerlo,puesto que la meta no es crear una obra, sino gracias al gesto creativo, tomar conciencia de nuestros miedos, resistencias,inhibiciones,exprimirlas para librarnos y asi transformarnos.El arte tiene la utilidad de transformar no sólo la materia, sino tambien el espíritu.
Durante las sesiones de arte-terapia, el terapeuta puede utilizar las distintas formas de arte como elementos terapeúticos mediadores, a través de los cuales ayuda al paciente a dejar ir su mano, su cuerpo, a expresarse lo más espontaneamente posible, guardando en la menoria aquello en lo que decidió trabajar.Es posible tambien proponer temas para desbloquear las cosas que son, a veces, verdaderamente difíciles de expresar.
Una vez la expresión en marcha, va tomando forma, habla de algo o de algunas cosas, que se vuelven poco a poco cada vez más concretas, más coherentes.Es el momento de la transformación.
El terapeuta en ningún momento interpreta nada, no es su papel,no juzga, no espera del paciente que cambie, que avance, está ahí para ayudarle y acompañarle en su búsqueda.Entiende su pregunta o preguntas y le ayuda a encontrar sus propias repuestas.Le ayuda a poner palabras a lo que expresó a través de su pintura, danza, escultura, escritura o cualquiera de sus distintas manifestaciones de arte en las que se expresase la persona a lo largo de las diferfentes sesiones.
El arte- terapia es útil en personas en períodos de duelo, de enfermedad, en personas con depresión o ansiedad, en niños hiperactivos, con dificultades escolares o transtornos del comportamiento, en adolescentes, etc.
El arte-terapia ayuda a encontrar la alegría de expresarse, comunicarse y ser uno mismo.
Tal y como yo entiendo la arte- terapia y como me ha servido vivirla tanto a nivel personal como de terapeuta, el arte produce una expresión libre de sentimientos que en ocasiones no podemos expresar de otra forma, nos ayuda a comunicar sentimientos que no somos capaces de compartir ni de exteriorizar de otra forma. Asi que escribid, pintad, bailad, interpretad teatro,esculpid formas, hacer vuestras poesías, pero encontrad en cualquier forma de arte un aliado para sentiros libres y con un equilibrio emocional cada día mejor.El arte libera nuestros miedos y nos acerca a nuestro equilibrio interior.

viernes, 23 de octubre de 2009

Se acaba el grupo

Mientras os observo concentrados, en un reflejo de evolución personal, de confianza en vosotros , en mi y en ésta terapia, es entonces cuando por mi fluyen sensaciones de orgullo y suelto mi lastre, ése que todos llevamos colgado, el de la autoexigencia extrema y el perfeccionismo enfermizo, entonces, al veros y sentirme orgullosa de cada uno de vosotros puedo decirle adiós a esa carga, un adiós cada vez más claro y menos amargo.
Habeis sido un grupo que ha marcado un antes y un después, deseo que este camino que un día nos ha unido no se separe nunca y lo que en nuestros corazones vive hoy después de más de un año, siga vivo para siempre.
Al avanzar, haceis que mi camino nunca pierda el sentido.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Al final del grupo...


Escribo hoy al grupo, porque sois extraordinarios y os quiero un montón, estoy muy orgullosa de cada uno de vosotros y de vuestra evolución personal : el mago y la magia creada entre ambos, el reflejo dulce de mi ser, mi galeguiño y el verde de los montes creado, la loca y sus bailes y roces compartidos,mi informatico generoso y comprensivo,el ingeniro que crece y enseña al aprender y la niña de regala su risa aunque llore por dentro.
He aprendido al enseñar y he crecido al crecer vosotros, hoy al escucharos me he sentido un poco más viva y orgullosa de compartir mis lágrimas con las vuestras y crear con su unión un mundo mejor.

martes, 15 de septiembre de 2009

El Valor de Escribir

La expresión de nuestras emociones, anhelos e inquietudes hacia quienes nos rodean es de gran ayuda porque alivia el malestar psicológico. Sin embargo, a veces no somos capaces de expresar nuestros sentimientos a otros, bien por nuestra timidez, nuestros miedos, nuestro orgullo o simplemente por una dificultad a la hora de expresar emociones. En estos casos la escritura se convierte en una gran aliada y en una herramienta terapéutica tanto para el psicólogo como para la propia persona. Escribir lo que nos sucede y cómo lo sentimos nos libera en cierta manera de la carga emocional sentida, sirve para dar sentido a lo sucedido y disminuye las preocupaciones. La escritura trae a la consciencia ansiedades, miedos y angustias, permite afrontarlas y ayuda a desahogarlas, contribuye a ordenar los pensamientos y sirve de instrumento para un viaje imaginario.
A la hora de escribir se debe evitar tener en cuenta la adecuada sintaxis, intentando que fluyan de forma libre los sentimientos para liberar y comprender las emociones inhibidas.Muchas veces, cuando las personas acuden a consulta les resulta costoso empezar a utilizar la técnica; sin embargo, a lo largo del tiempo, cuando se acomodan a ella, les resulta de gran utilidad y empiezan a sentir los beneficios de la misma.Escribir, especialmente aquello que pensamos a modo de diario, significa dejar fluir lo que sentimos, ya sea doloroso o placentero, pero siempre sentimientos profundos, íntimos y propios.

Recientes investigaciones demuestran que escribir es tan saludable como practicar algún hobbie o deporte. Además esta demostrado que quienes escriben un diario tienden a ser menos propensos a la ansiedad y a la depresión.No en vano, Sócrates afirmaba que la vida examinada es la única que merece ser vivida, ya que nos permite conocer qué nos preocupa, en qué fallamos para no cometer nuevamente el mismo error, y sobretodo crecer como personas.Esto es posible porque cuando escribimos en un papel aquello que pensamos, vivimos y sentimos, nos obligamos a tomar cierta distancia de manera automática sobre nuestras propias vivencias, de forma que podemos reflexionar sobre lo que nos ocurre.
Los escritores considerados como de “primera línea” confiesan que suelen escribir como respuesta a una ansiedad, a un sentimiento y a un pensamiento interior.Como una necesidad de expresar, a fin de cuentas, lo que se siente y se vive por dentro.Conocido es, por ejemplo, la aplicación terapéutica de la escritura en el caso de los atentados contra las torres gemelas, en el que los terapeutas recomendaron a los afectados y familiares de las víctimas que escribieran lo que sentían para liberar la ansiedad, concienciarse de lo ocurrido e ir, poco a poco, asimilando el shock.Algunos de los muchos beneficios de esta terapia natural son:

-Obliga a verbalizar lo que nos ocurre, tanto en nuestro interior como en nuestro exterior.
-Pone en palabras lo que nos ocurre cada día, lo hace real, lo ordena y lo delimita.
-Cuando plasmamos estos pensamientos abstractos en el papel, quedan enmarcados, nos liberan y pierden fuerza, por lo que nos sentiremos menos prisioneros de nuestros propios pensamientos.
-Nos permite tomar distancia de nuestros propios pensamientos cuando los organizamos, a la vez que nos ayuda a reflexionar y tratar de encontrar solución a esos problemas que nos preocupan.

Las palabras tienden a ser las mejores herramientas para describir lo que sentimos de manera inconsciente. Nos permiten llevar al papel aquello que nos preocupa para poder encontrarle una solución, o bien plasmar lo que nos ha pasado en el día y lo que sentimos, para ser verdaderamente conscientes de ello.Os animo a todos a empezar hoy mismo, tan sólo con coger un papel, o un pequeño diario, y escribir todo aquello que deseemos en él. Comprobaréis como, con el paso de los días, podréis ir descubriendo por vosotros mismos los beneficios de la escritura.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Envidia disfrazada de amistad

Sullivan define la envidia como: "un sentimiento de aguda incomodidad determinada por el descubrimiento de que otro posee algo que sentimos que nosotros deberíamos tener".

La envidia es uno de los sentimientos más destructivos que puede tener una persona y trás el que se esconden complejos, frustraciones y carencias que se decubren a partir de lo que se envidia. El objeto de la envidia suele ser una persona concreta; también puede ser un "ideal" que se nos ofrece como modelo a imitar que se reviste de valía.
Cuando se descubre la envidia de una persona cercana, un amigo o amiga, un compañero de trabajo o de estudios, etc., debemos cuestionarnos si en realidad existió esa amistad, y si vale la pena continuarla. Es muy difícil que una persona envidiosa reconozca su problema, pues no solamente representa una humillación, sino que conlleva aceptar las propias carencias, y eso es lo que más teme el envidioso.
Parece que cuanto más civilizada se hace una sociedad, más disfraces utiliza la hostilidad. Las personas envidiosas suelen tener excelentes habilidades para manipular a los demás. Muchas veces la persona envidiosa se esconde detrás de una cara dulce y agradable, sabe aparentar ser una buena persona que cae muy bien, incluso pareciendo una persona humilde y desinteresada. Suelen ser personas que no pueden mirar a la persona que envidian a los ojos, sólo pueden mirarla de reojo, lanzando emisiones de agresividad camuflada que hacen sentirse mal a la persona envidiada.

La envidia es molesta para el que la siente y el que la recibe, por eso dicha relación debe cortarse, debido a la incapacidad del envidioso de reconocer su propia miseria. El perfil del envidioso es el de una persona fría, irónoca, distante e hiriente. Los sentimientos del envidioso estan a veces camuflados de una falsa preocupación hacia la persona objeto de envidia, disfrazados de un noble interés por el bienestar del otro, por eso en ocasiones son personas cercanas, generalmente amigos y el envidiado puede negar lo que siente por no romper esa falsa amistad en la que ingenuamente ha creido.

Debemos fiarnos de lo que sentimos cuando estamos cerca de otros, de las sensaciones de malestar o bienestar que nos producen y alejarnos de aquellas personas que por más que intentemos querer y acercar a nuestros corazones, solo dejen en ellos sentimientos de dolor, frustración y amargura al querer proyectar en nosotros la ira y rabia de su propia envidia.

lunes, 20 de julio de 2009

Terapia grupal en adolescentes

Los cambios que se producen en la adolescencia se manifiestan no sólo en el cuerpo sino sobre todo en la mente. La maduración psíquica conlleva unas adaptaciones emocionales y sociales a la nueva situación que nos preparan para la edad adulta.
El periodo de la adolescencia es una etapa de cambios rápidos y bruscos a todos los niveles, tanto en lo físico y psíquico como en lo social. El punto clave es que el adolescente adopte el rol de adulto en lo que hace referencia al nivel sexual, social, vocacional. Esta avalancha de cambios provoca en el joven la aparición de grandes dudas y miedos.
La rebeldía es una característica propia de los adolescentes y que se manifiesta de diferentes maneras: protestando constantemente, oponiéndose a las normas o a lo establecido, desobedeciendo por sistema y enfrentándose con frecuencia a los padres, tutores y profesores…
Cuando llega la adolescencia se produce un cambio en la relación con nuestros hijos. Empezamos a notar una transformación en su carácter y su comportamiento cada vez es más rebelde.
Nos cuestionan todo lo que decimos, disminuyen la comunicación con nosotros, nos dan contestaciones cortantes y nos responden con monosílabos.
Es conveniente abordar con decisión algunos temas que pueden ser un problema con los adolescentes y no tenerlos como tabúes, tratando de resolver y prevenir los problemas que nos puedan plantear en temas como el sexo, las drogas, las mentiras, la dificultad de relacionarse con otros, la orientación académica, la falta de asistencia a clase o la dificultad de comunicación con los padres, entre otras.
Lo primero es que el adolescente sienta que podamos ayudarle a mejorar y que con ello su vida será más feliz y sus dificultades menores.
La terapia grupal para adolescentes puede ser un espacio en el que se hable de dificultades comunes, con un grupo de personas afines y contando además con la ayuda de un terapeuta. Ésta servirá para valorar y evaluar la forma de resolver conflictos, cómo abordan su ansiedad y ,cómo dentro de un sistema grupal, se relacionan entre sí, contribuyendo en el propio proceso de cambio. Además a su vez los adolescentes podrán hacer uso de la información y de las vivencias de los compañeros de grupo para ensayar nuevas respuestas y revisar las propias dinámicas relacionales dentro de un ambiente seguro y guiado por un profesional. El proceso grupal facilita la absorción en los adolescentes de su ciclo vital de una manera más integral pues cada individuo podrá de esta manera ensayar maneras de manejar los problemas adaptados a su propio medio y observar cómo sus compañeros abordan problemáticas similares de maneras diferentes practicando nuevas destrezas y desarrollando así su creatividad y asertividad en la búsqueda de soluciones.
El adolescente ya no será una persona que sufre, sino que aprende a aportar ideas a la resolución de problemas tanto personales como sociales y grupales. Su interacción va a ser mucho más responsable y dinámica, pasando así a ser un sujeto activo; redundando esto de una manera directa en la mejora de su autoestima, autoeficacia y autoconcepto.
El programa estará adaptado a sus necesidades y tratará temas propios del ciclo vital en el que se encuentran; además ellos tendrán la oportunidad de proponer temas de su interés que no estén incluidos en el programa.
Los grupos serán mixtos y las reuniones serán de unos 60 minutos aproximadamente.

Amar con desapego


Desapego significa aprender a separar y diferenciar el mundo exterior y el mundo interior, es la fortaleza para permanecer libres de la influencia de los demás, pues si no logramos permanecer desapegados de las influencias del resto, no seremos capaces de mantener nuestros pensamientos bajo control. En el exterior están nuestros trabajos, estudios, economía, relaciones, etc. En el interior están las cosas sutiles que no se pueden medir fácilmente, que no son físicas: nuestros sentimientos, emociones, conciencia y personalidad. Todas estas cosas se generan en nuestro mundo interno, dentro de nuestra propia identidad espiritual. Estos son los ingredientes con los que el observador desapegado, puede experimentar creativamente en el arte de pensar y puede usar en el arte de vivir.El primer paso en el desapego es comprender ‘quién soy’ internamente.La vida diaria está llena de desafíos a este desapego. Por un lado estará nuestra conciencia espiritual, pero por el otro estará la atracción hacia los seres humanos y el mundo material. El desapego, no significa separarse de éstos, sino permanecer consciente de nosotros mismos y desempeñar nuestro papel en el mundo. El desapego es, pues, mantenerse centrado en la propia espiritualidad.Un desapego preciso está conectado con un estado de atención interno. Somos muy conscientes de nuestro ser espiritual, estamos estables en el auto-respeto. En este estado no hay miedo de cometer errores, ni sospechamos de los demás, ni adoptamos actitudes críticas o enjuiciadoras. Entonces automáticamente sentiremos desapego y una sintonía profunda con las escenas que la vida nos presenta.Si alguien no puede amarme es debido a que no está desapegado de su personalidad, de sus hábitos y de su naturaleza. El desapego es un espacio muy respetuoso entre uno y la otra persona, un espacio de amor y consideración que crea armonía entre nosotros. El desapego es un signo de cercanía precisa, no hay una relación de dependencia ni basada en expectativas. El desapego es esta virtud tan hermosa que fácilmente se nos escapa.En el estado de desapego y espiritualidad generamos sentimientos puros y benevolentes hacia todos. Los sentimientos puros, que vienen de nuestro ser interno, son inclusivos y acogen a todos, no son selectivos.
La cercanía con apego está basada en el egoísmo. La cercanía sin apego propicia unas relaciones llenas de armonía. Estoy disponible y abierto, pero no me enredo ni atrapo con los demás. Me mantengo calmado internamente y así la confusión y las emociones que generan intranquilidad simplemente se desvanecen.Amor y desapego son dos virtudes que conforman un delicado y hermoso equilibrio. Comprendiendo estas dos virtudes y cómo se complementan la una a la otra, y sobre todo, practicándolas ambas a la vez, podremos experimentar fácilmente relaciones sanas y armoniosas.

viernes, 19 de junio de 2009

Miedo

Todo cambia,

se diluyen los recuerdos,

los pensamientos enquistados, fraguados,

forman una alfombra de imágenes

que se torna borrosa.

Se evidencia como se aleja aquella niña abandonada,

entonces siento miedo

de no poder hablar con el mar,

de no poder gritar y volar.

Miedo de volver a saber que aún perdiéndote...

tu esencia se difumina en las ondas marinas.

Miro al fondo del mar,

solo veo algas,

ya se ha borrado tu rostro,

por favor saca tu mano

y arranca mi miedo.

martes, 9 de junio de 2009

Gestión de emociones

Hemos aprendido desde pequeños que el sentimentalismo o el mostrar las emociones en público era propio de personas débiles, inmaduras, con déficit de autocontrol. Además, se ha extendido en nuestro imaginario colectivo la creencia que las emociones que expresan tristeza, como el llanto, pertenecen al ámbito de lo femenino. Esta sociedad de las "buenas maneras" y el control social han hecho de nosotros auténticos robots de las apariencias. Sin embargo todo evoluciona y va ganando terreno la convicción que vivir las emociones es un elemento insustituible en la maduración personal y en el desarrollo de la inteligencia.
Sólo cuando entendemos nuestros sentimientos somos capaces de entender los de otras personas.
Aprender a vivir es aprender a observar, analizar, recabar y utilizar el saber que vamos acumulando con el paso del tiempo. Pero convertirnos en personas maduras, equilibradas, responsables y, por qué no decirlo, felices en la medida de lo posible, nos exige también saber distinguir, describir y atender los sentimientos. Y eso significa contextualizarlos, jerarquizarlos, interpretarlos y asumirlos. Porque cualquiera de nuestras reflexiones o actos en un momento determinado pueden verse "contaminados" por nuestro estado de ánimo e interferir negativamente en la resolución de un conflicto o en una decisión que tenemos que tomar.
Mimar nuestro momento emocional, aprender a expresar los sentimientos sin agresividad y sin culpabilizar a nadie, ponerles nombre, atenderlos y saber cómo descargarlos, es uno de los ejes de interpretación de lo que nos ocurre. Cada vez que dudamos ante una decisión, que nos proponemos comprender una situación, no hacemos estas operaciones como lo haría un ordenador sino que ponemos en juego todo nuestro bagaje personal y el pesado fardo de nuestra herencia cultural.

Gestionar adecuadamente las emociones supone:


· No someterlas a censura. Las emociones no son buenas o malas, salvo cuando por nuestra falta de habilidad hacen daño, a nosotros o a otras personas.
· Permanecer atentos a las señales emocionales, tanto a nivel físico como psicológico.
· Investigar cuáles son las situaciones que desencadenan esas emociones.
· Designar de forma concreta los sentimientos y señalar las sensaciones que se reflejan en nuestro cuerpo, en lugar de hacer una descripción general ("estoy triste", "estoy nervioso"...).
· Descargar físicamente el malestar o la ansiedad que nos generan las emociones.
· Expresar nuestros sentimientos a la persona que los ha desencadenado, sin acusaciones ni malas formas y detallando qué situación o conducta es la que nos ha afectado.
· No esperar a que se dé la situación idónea para comunicar los sentimientos.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Mediadores emocionales


Las emociones están presentes en la vida de todas las personas, prácticamente en todo lo que hacemos. Estamos con un amigo porque nos sentimos a gusto con él, visitamos a nuestros abuelos porque les queremos, y vamos el fin de semana a la playa con ánimo de pasarlo bien. Nos enfadamos cuando no nos salen bien las cosas y nos alegramos y estamos satisfechos cuando tenemos éxito en lo que nos hemos propuesto. Tenemos miedo a volar en avión o a ir a la consulta del dentista. Nos sentimos afligidos y doloridos cuando muere un familiar, o alegres cuando la persona que nos atrae nos corresponde. Hay días que podemos trabajar o estudiar con interés y entusiasmo y otros que sólo sentimos pereza. Estas y otras situaciones de la vida cotidiana ponen de manifiesto la influencia que las emociones ejercen en nuestras vidas. Podemos afirmar que las emociones son inherentes a la propia condición humana y que, en gran medida, determinan su existencia.
No obstante, a pesar de su presencia continuada en nuestras vidas, resulta muy difícil poder entender un fenómeno tan complejo como son las emociones.
El ser capaces de expresar nuestras propias emociones es de gran ayuda pues alivia el malestar psicológico, sin embargo en muchas ocasiones nos cuesta expresarlas e incluso identificarlas.
En muchas ocasiones hay imágenes, sonidos, personas o cosas que uno rechaza o de las que nos alejamos sin saber el motivo, elegimos a otras personas, imágenes, sonidos o cosas pero no sabemos si por que la emoción que nos producen nos causa bienestar o por que nos produce atracción.
Muchas veces al rechazar “algo”, se rechaza más que nada una emoción propia. A todos nos cuesta en mayor o menor medida evocar estados emocionales, sin embargo cuando uno entra en contacto con su mundo emocional puede saber por que elige algo o por que no y liberarse de las sensaciones de angustia que nos produce lo desconocido.
Existen muchas maneras de liberar emociones y muchas herramientas que actúan como mediadoras para expresarlas. Debido a que somos seres sensoriales, aquellas cosas que llegan a nosotros a través de los sentidos tales como las imágenes, ( fotografía, pintura, escultura, etc.) los sonidos o la música, los olores, las caricias, los sabores, etc pueden actuar como mediadores en la expresión de nuestras emociones.

Las siguientes sesiones grupales intentaran a través de los 5 sentidos que las personas poseemos despertar las emociones que todos tenemos en nuestro interior para poder reconocerlas y expresarlas. Empezaremos utilizando las imágenes a través de al fotografía y los sonidos a través de la música para identificar en grupo la diferencia emocional ante los mismos estímulos.

TERAPIA GRUPAL MENSUAL: IMÁGENES Y EMOCIONES

Objetivos:

- Conocer e identificar nuestras emociones.

- Facilitar la evocación de emociones

domingo, 3 de mayo de 2009

Astenia primaveral

Ya lo dice el refrán: " La primavera, la sangre altera". En esta epoca del año, la naturaleza está en completa ebullición, todo es una explosión de vida, las flores, plantas y árboles brotan, se produce el deshielo, el cielo cambia de azul a gris, hace frío y calor en un mismo día. Las personas también tienen cambios emocionales en esta época del año.
La llegada de la primavera comporta una serie de cambios climáticos: aumento de la intensidad lumínica, subida de las temperaturas, incremento de las horas de sol, variaciones en los niveles de humedad y presión atmosférica, que en muchos países van acompañados de cambios horarios. Todos estos factores alteran los ciclos o biorritmos que tenemos todos los seres vivos y que preparan nuestro organismo para el comienzo del día y de la noche, los que determinan la adaptación de nuestro organismo a nuestro ciclo biológico y están relacionados con cuándo nos levantamos, cuándo nos acostamos, cuándo comemos, cuándo descansamos o cuándo nos activamos con mayor o menor intensidad.
Pero, ¿dónde se encuentra el origen de esta perturbación?
Son muchas las personas que reciben de manera positiva esta época del año. No son menos las que, con la llegada de la primavera, sienten un mayor cansancio (astenia o fatiga) del habitual o se encuentran sin fuerzas para comenzar el día, incluso con un estado anímico muy bajo. Estas personas sufren lo que popularmente se ha dado en llamar "astenia primaveral". Se estima que lo sufren entre 1-5 de cada 10 personas. Se trata de un trastorno leve y pasajero que se produce cuando nuestro cuerpo no consigue adaptarse de forma adecuada a los cambios que conlleva la nueva estación. Esta mala o lenta adaptación se manifiesta en una sensación de debilidad y falta de vitalidad generalizada, que suele durar unos días o semanas y en ningún caso más de tres meses. Llevar una vida ordenada, dieta equilibrada, dormir las horas necesarias y practicar ejercicio moderado constituyen la mejor prevención para las personas más sensibles a los cambios estacionales. No es garantía de que no se produzcan, pero se llevarán mejor los cambios.
Todas las personas acusamos estos cambios, aunque de distinto modo: mientras algunas los asimilan con facilidad y rapidez, otras sufren un proceso de adaptación más lento y difícil, que se convierte en una astenia cuando se manifiesta en un grado leve y puede llegar a una depresión cuando la gravedad es mayor.
Resulta difícil saber con exactitud a cuántas personas afecta la astenia primaveral en nuestro país, ya que, al tratarse de un trastorno ocasional y leve, muchas no lo manifiestan públicamente, por lo que no existen datos publicados al respecto, pero hay cifras que apuntan a que puede llegar a un 50% de la población. .
Si sentimos cansancio, decaimiento físico e intelectual, somnolencia, dificultad de concentración, cierta apatía y dejadez, sensación de aturdimiento o de presión en la cabeza, pueden aparecer mareos, irritabilidad, falta de apetito, disminución de la libido y puede aparecer un descenso del sistema inmunitario que nos haga más sensibles a los procesos alérgicos o infecciosos.
Cuando se padece este trastorno, el sueño no resulta reparador, aunque durante la noche se haya dormido las horas necesarias. Una queja habitual de quién sufre astenia primaveral es: "no tengo ganas de levantarme por las mañanas", aún en personas muy activas habitualmente. Por lo general, se trata de síntomas reales que sólo son alimentados psicológicamente por las personas hipocondríacas y las que sufren trastornos de ansiedad y del estado de ánimo, que tienen una apreciación distorsionada de estos indicios. A pesar de que por su sintomatología se pueda tener la impresión de padecer una patología, la astenia primaveral no se puede considerar una enfermedad, ni por tanto un síndrome (conjunto de síntomas asociados a una enfermedad), ya que sus efectos desaparecen en cuanto el organismo se ajusta a los cambios estacionales. También es importante diferenciar este trastorno pasajero del síndrome de astenia crónica, una afección de origen desconocido y que presenta cuadros de inmunodeficiencia mucho más severos y de larga duración, de tres a más de seis meses, y el de otros trastornos físicos o psíquicos que pueden tener también estos síntomas. Por eso es necesario consultar al médico de cabecera y si los trastornos tienen un origen psicológico ponerse en manos de un profesional de la psicología para ayudar a combatir y prevenir el trastorno. El mejor tratamiento es la prevención y la principal clave para combatir y prevenir la astenia primaveral es mantener unos hábitos de vida saludables.
Además, y desde el punto de vista psicológico, conviene restar importancia a los síntomas corporales y esperar con serenidad a que desaparezcan. Debemos pensar en términos de normalidad y no de enfermedad, ya que son desequilibrios corporales, como los que se pasan- por ejemplo- con la menstruación.
Llevar una alimentación completa y hábitos de vida saludables es suficiente para que el organismo funcione como debiera, por lo que no es necesario recurrir a ningún tratamiento para la astenia primaveral, ya que es considerado siempre como un trastorno leve y pasajero que, por tanto, no necesita ser tratado. Se debe desdramatizar; no podemos fomentar la idea de que cualquier pequeño desajuste suponga un riesgo para nuestro equilibrio. Con actitudes como la automedicación al mínimo síntoma estamos creando una sociedad de hipocondríacos; gran parte del sufrimiento de la sociedad de nuestros días está relacionado con la incapacidad de adaptarse a la frustración y las molestias. Aparecen situaciones de cansancio o dolor leve que conviene dejar que pasen por sí solas. De esta manera aumentará nuestra capacidad de superación. Cuando uno acepta sus propias limitaciones o pequeñas incomodidades también aprende a ser más feliz.
Es una receta o una recomendación psicológica o de afrontamiento que, a la larga, nos ayudará a ser más felices en nuestra vida.

viernes, 20 de marzo de 2009

La envidia, una declaración de inferioridad.

La envidia es un sentimiento cargado de energía negativa, un sentimiento insano que se proyecta en los demás y que incapacita a quien lo siente para conseguir sus propias metas. Las personas envidiosas sufrirán por los logros de los demás y se alegrarán por sus fracasos, sin embargo, se mantendrán pasivas ante sus necesidades y no dedicarán esfuerzo para superarse a sí mismos; se fijarán en los demás para quejarse de su mala suerte pero no actuarán en consecuencia, pues consideran que los demás consiguen las cosas con facilidad y sin esfuerzo. No son personas generosas. Si triunfan nunca se sienten satisfechos. Es este, en definitia, un sentimiento muy perjudicial para quien lo siente y "muy peligroso para la persona envidiada".
Si sufres las miradas y las palabras de una persona envidiosa trata de pasarlas por alto, no eres responsable de su sentimiento. Intenta descubrir la envidia a tiempo, te evitarás muchísimos problemas. No desarrolles confianza con las personas envidiosas. Es difícil descubrir al envidioso pues a veces se esconde tras una apariencia amable, acogedora y simpática, y otras se camufla en conductas de excesivo respeto, o excesiva falsa admiración.
La envidia empieza a surgir en los primeros años de vida, cuando el niño empieza a relacionarse con el grupo familiar y social. Si el niño se siente amenazado en su terreno desarrolla un sentimiento de vacío, que le provocará una necesidad de conseguir todo lo que no posee o cree que no puede poseer. Esto se manifiesta con pataletas y rabietas. Es necesario calmar esos disgustos con explicaciones lógicas y enseñándole a dar, para que con ello vaya aprendiendo a tolerar sus frustraciones y controlar las conductas impulsivas. De esta forma aprenderá a respetar las diferencias y valorar sus propias cualidades, en definitiva, empezará a madurar. El observar o reconocer que algunas situaciones o personas provocan envidia es "positivo", ya que ayuda a reflexionar sobre los propios recursos y con ello aceptar nuestras propias limitaciones.
La característica principal de un envidioso es su deseo de destacar sobre lo demás y su continua comparación con otras personas. Realmente no se va a centrar en sus propias posibilidades y opciones, sino que va a dedicar su tiempo a tirar por tierra los logros de los demás, compararse con ellos y criticarles. Dedica todo tu tiempo a cubrir tus necesidades y tus expectativas, te sentirás recompensado y más positivo respecto a los demás. Te costará esfuerzo conseguirlo, pero así podrás valorar lo que ha necesitado tu competidor para conseguir su meta. Si transformas tu envidia en fuerza para luchar, podrás aprovecharte de los métodos de los demás para conseguir tus metas y poner en práctica cosas que a ti no se te hubieran ocurrido. Para ello necesitas ser humilde y no sentir rencor hacia el otro. Mira a los demás como quien te puede ayudar y no como a un competidor. Cuando sentimos envidia hacia un igual es porque vivimos la situación como una amenaza para nosotros. El logro del otro es como un ataque a nuestra persona. Sólo si conseguimos ponernos en su lugar podremos darnos cuenta que nada tiene que ver con nosotros y que nuestros sentimientos tienen más que ver con la propia incapacidad de la persona que siente envidia que con lo que el otro consiga.

lunes, 9 de marzo de 2009

Reflejandonos a nosotros mismos

Cuando nos enfadamos con alguien lo que nos molesta de la actitud o comportamiento de la otra persona o de la situación en sí que nos toca enfrentar es que nos muestra, como si de un espejo se tratara, un rasgo o conflicto que en realidad forma parte de nuestro mundo interior.
La persona o la situación que nos provoca el malestar reproduce frente a nosotros una característica propia de nuestra personalidad con la que no estamos de acuerdo, que nos resulta desagradable y con la que luchamos contra nosotros mismos. Esto es lo que se llama "proyectar" en los demás aquello que no nos gusta de nosotros mismos.
Pero, aún sabiendo de antemano cómo funciona el mecanismo de la proyección, cuando realmente nos enfadamos, cuando nos sentimos profundamente afectados por una persona o por una situación, nos resulta muy difícil aceptar esta explicación y tendemos a “olvidarla”. Incluso si en esos momentos alguien nos la recuerda tal vez nos sintamos inclinados a creer esa situación no va con nosotros.
La interpretación de cuál es la verdadera causa del dolor que experimentamos durante un conflicto es una tarea exclusivamente personal. A veces, otras personas (un psicólogo, por ejemplo) pueden ayudarnos con una interpretación acertada, pero esa ayuda nos será de utilidad sólo si nos conduce a una comprensión personal acerca de la verdadera causa de nuestro malestar. Con esta salvedad, y sólo como una guía muy general para tratar de interpretar correctamente qué rasgo nuestro nos está mostrando una determinada situación externa, os propongo una sencilla clasificación. Se trata de tres formas muy frecuentes que adopta el mecanismo de la proyección para “ocultarnos” alguna característica nuestra que aún no hemos podido aceptar:
1) Con frecuencia encontramos especialmente desagradables algunos rasgos de la personalidad de otras personas que también podemos observar en nosotros. Por ejemplo, si somos impuntuales y esa es una característica nuestra que nos disgusta, tal vez también nos moleste mucho ver ese “defecto” en los demás.
2) A veces las características de otras personas que nos disgustan exageradamente no son rasgos de nuestra personalidad. De hecho, nunca y bajo ninguna circunstancia nos permitiríamos actuar de esa manera “tan reprochable”. Probablemente sí se trate de una característica nuestra, que hemos reprimido, tal vez como estrategia defensiva durante el proceso de educación si éste nos resultó muy estricto. Por ejemplo, los padres de hoy que se enfadan por lo desordenados que son sus hijos adolescentes, educados en un entorno más tolerante. Sin lugar a dudas hay rasgos de la personalidad que efectivamente son valiosos y que ciertamente es conveniente tener. Así, es preferible que seamos ordenados y responsables antes que desordenados e irresponsables. Pero sólo si hemos podido desarrollar una determinada cualidad, a lo largo de un proceso de maduración o crecimiento, y no si la adoptamos por miedo o temor al castigo, podemos realmente considerarla nuestra y ser indiferentes a lo que hagan los demás.
3) Por último, solemos ser especialmente susceptibles a ciertas formas de trato desconsiderado o de maltrato. En estos casos es muy probable que estemos siendo tratados exactamente de la misma manera en que nos tratamos habitualmente a nosotros mismos.
En estos casos el enfado que sentimos hacia el otro pretende ocultar el profundo malestar que nos causa la falta de una relación sana con nosotros mismos.
Finalmente, para terminar este artículo con una visión positiva y optimista, también es cierto que lo que vemos de bueno y de agradable en “el exterior”, es decir, en las situaciones que nos toca vivir y en nuestras relaciones con los demás, es también un fiel reflejo de nuestro mundo interior. Y en la medida en que vayamos conociéndonos, aceptándonos y queriéndonos más profundamente también irá mejorando nuestra interpretación de la realidad.
Intentemos pues rodearnos de gente positiva y que nos cause bienestar y optimismo; reforzaremos así nuestras virtudes y partes saludables, queriéndonos cada vez más y estando así en condición de querer más a los demás.

domingo, 15 de febrero de 2009

Deberías...

Ríe. Relájate. Perdona. Pide ayuda. Haz un favor. Delega tareas. Expresa lo tuyo. Rompe un habito. Haz una caminata. Sal a correr. Pinta un cuadro. Sonríe a alguien.Permítete brillar. Mira fotos viejas.Lee un buen libro. Canta en la ducha. Escucha a un amigo. Acepta un cumplido. Ayuda a un anciano. Cumple con tus promesas. Termina un proyecto deseado. Sonríe otra vez. Escucha la naturaleza. Muestra tu felicidad. Escribe en tu diario. Trátate como tratas un amigo. Permítete equivocarte. Haz un álbum familiar. Date un baño relajante. Por hoy no te preocupes. Deja que alguien te ayude. Mira una flor con atención. Pierde un poco de tiempo. Apaga el televisor y habla. Escucha tu musica preferida. Aprende algo que siempre deseaste. Llama a tus amigos por teléfono. Haz un pequeño cambio en tu vida. Haz una lista de las cosas que haces bien. Haz el amor muchas veces. Cierra los ojos e imagina las olas de la playa o si tienes el provilegio de estar cerca, acercate al mar. Dile a las personas amadas cuanto las quieres. Dale un nombre a una estrella. Piensa en lo que tienes. Hazte un regalo. Planifica un viaje. Respira profundo.

Adolescencia y drogas

La adolescencia es una etapa del desarrollo en donde el individuo hace frente a nuevas situaciones difíciles y de estrés; además empieza a rechazar la protección adulta en busca de su propia identidad y de construir un lugar propio.
El aumento del uso de drogas entre adolescentes en edad escolar es preocupante, ya que hay claras evidencias que el consumo de drogas a una temprana edad puede conducir en el futuro al consumo de drogas más peligrosas.
La adicción es el modo más primitivo de descarga de la angustia. Las características del adicto son: baja tolerancia a la tensión, tendencia a eliminar el displacer y exigencia inmediata del placer. Se puede ver que éstas no son características solamente del adicto, sino también del adolescente, más vulnerable en esta etapa de su vida.
Los adolescentes recurren a las drogas por varias razones: para compensar el estrés que les genera su etapa vital, para lograr su integración social en un grupo o para la realización de sus deseos reprimidos. Muchos jóvenes se sienten tentados por el entusiasmo y la evasión que las drogas parecen ofrecer. Algunos adolescentes las toman solo por el placer que creen pueden producir. En los grupos o pandillas siempre hay alguien que intenta convencer de que las drogas pueden hacer sentir bien o que se pueden utilizar como una herramienta para divertirse. Esto producirá en los jóvenes que, sin su consumo, no sean capaces de disfrutar y se muestren incapaces de utilizar sus propios recursos personales para hacerlo. Algunos jóvenes creen que las drogas les ayudarán a componer mejores canciones, a ser más populares, a mantenerse más activos o a ser mejores atletas. Otros simplemente sienten curiosidad y creen que probarlas no les hará daño. Pero la verdad es que las drogas no solucionan los problemas, ocultan los sentimientos e inhiben los propios recursos personales para disfrutar. Cuando desaparecen los efectos de las drogas, permanecen los sentimientos de malestar, los problemas empeoran y además cuesta más disfrutar de cosas con las que antes se disfrutaba.
En definitiva, el consumo de drogas es una tentativa de huir de la realidad, que a veces resulta insoportable; sin embargo los efectos de las drogas, tanto a nivel físico como psíquico, son devastadores en su evolución.
Estos días, las drogas están por todas partes y a veces parece que todo el mundo las usa, lo que supone un agravamiento del problema al hacerles creer a los jóvenes que lo habitual y frecuente se convierte en lo “normal”, restando importancia a la gravedad del los efectos del consumo de las mismas.
Muchas sustancias como el alcohol o la marihuana no son consideradas por muchos jóvenes como nocivas, a pesar de estar demostrado que causan daños graves en el organismo. Otras drogas, cuando las haces entrar en tu organismo (a menudo tragándotelas o inyectándotelas), encuentran su camino al torrente sanguíneo y desde allí son transportadas a otras partes de tu cuerpo, como el cerebro. En el cerebro, las drogas pueden intensificar o entorpecer tus sentidos, alterar tu sentido de alerta y a veces disminuir el dolor físico. Los efectos de las drogas pueden variar según la clase de droga administrada, la cantidad que se toma, con cuánta frecuencia se utiliza, con qué rapidez llega al cerebro y qué otras drogas, alimentos o sustancias se toman a la vez. Las drogas pueden arruinar todos los aspectos de la vida de una persona. Además actualmente las drogas se presentan en numerosas ocasiones adulteradas y resultan mucho más dañinas.
Cada vez son más los adolescentes que acuden a la consulta de un psicólogo debido a este problema, generalmente acompañados de un familiar, pero sin expectativas de dejar el consumo. Cuanto antes se detecte el consumo, más fácil será crear un vínculo terapéutico con el adolescente y ayudarle a descubrir sus propios recursos personales en esa búsqueda de sí mismo y su lugar en la vida. El objetivo será hacer entender a la persona que las drogas son, en realidad, un recurso para obtener un placer rápido, que puede acabar con todo el abanico de posibilidades con las que podemos acceder al placer, incluyendo la propia vida, nuestro núcleo familiar, social y nuestros propios pensamientos.

martes, 27 de enero de 2009

Para vosotros...

Ya sabeis quienes sois, en teoria al venir buscais aprender y me enseñais cada día, con vuestros gestos, vuestros agradecimientos, cada una de vuestras sonrisas y cada una de vuestras lágrimas, el primer video del "MUSICA O POESÍA" que aparece más abajo, va dedicado especialmente a aquellos que ya lo habeis escuchado antes ...a mi lado. Para todos los demás disfrutadlo, sin tanta complicidad, desde luego.
Os quiero.

Crisis vista por un genio

No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar 'superado'. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis, es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla.
A.E

viernes, 16 de enero de 2009

Crisis y salud mental.

La economía mundial está en crisis. Lo saben desde hace tiempo los consumidores y las empresas, lo llevan diciendo desde hace meses los expertos, y lo reconocen abiertamente los gobiernos. El paro está siendo la primera consecuencia. Los desórdenes sociales, la segunda. La confianza de los ciudadanos cae cada vez más, lo que produce un mayor temor a consumir, algo que acaba por dañar aún más el crecimiento. Esta crisis no solo afectará a nuestro bolsillo, sino también a nuestra salud mental. ¿Qué relación hay entre la crisis económica y nuestra salud mental? Esto se responde con una estrecha relación entre afecciones como el estrés y depresión que surgen a partir de la incertidumbre de los mercados y ante la situación económica personal y de la sociedad en general. El consumo de antidepresivos y ansiolíticos está aumentando. Las consultas de salud mental han visto incrementadas sus visitas en un 40%. En toda crisis se producen cambios, pero debemos recordar que no sólo debemos vigilar nuestro bolsillo sino también debemos estar con una predisposición psicológica y emocional adecuada para poder afrontarla correctamente.

ALGUNAS PAUTAS SOBRE CÓMO MANEJAR LA SITUACIÓN.

Valorar lo que gastamos y cómo lo gastamos. Si hacemos la valoración de ingresos y gastos, una de las primeras cosas que tendemos a recortar son los gastos dirigidos al ocio, ya que consideramos que éstos son secundarios. Pero desde un punto de vista del bienestar y calidad de vida del individuo, carecer de tiempo de ocio provoca en nosotros un gran malestar, que junto al estrés provocado por la incertidumbre de nuestro futuro económico afecta directamente a nuestra forma de vida y nuestro estado psicológico y emocional, llegando a veces a provocar patologías más graves como la apatía, la ansiedad y la depresión, producidas por el desbordamiento diario y la continua rutina en nuestras vidas. Ante esta coyuntura, debemos:

1. Conservar la calma. Hay que ser previsores, no adelantar acontecimientos que nos pueden llevar a sentimientos de desesperación excesivos y falta de autocontrol.
2. Organizar los gastos y los ingresos. Como ser social el individuo necesita también desarrollar actividades de ocio que le ayuden a mantener su bienestar. Por ejemplo podemos salir a cenar a un sitio más barato o buscar actividades de ocio al aire libre
3.Conocer los síntomas psicologicos para prevenir y actuar. Ante situaciones de crisis pueden aparecer los siguientes síntomas: en nuestros pensamientos; pensamientos continuos e incontrolables sobre la situación, que se caracterizan por ser intensos, sorprendiendo a la persona de un modo súbito y desagradable. En nuestras emociones, ya que suele ser frecuente la presencia de sentimientos intensos y, en ocasiones, contradictorios. Las reacciones de ansiedad y tristeza son las más comunes. En las variaciones de nuestra conducta, que se manifiestan en diferentes comportamientos. Por un lado, se modifican las relaciones con el entorno, desarrollando la tendencia a evitar situaciones, personas y lugares relacionados con el acontecimiento que nos ha llevado a la crisis.

Es indispensable prepararse para las situaciones de tensión y afrontar con realismo las dificultades. Las personas que mejor manejan las situaciones críticas son aquellas que logran mantener cierta racionalidad en medio de la tensión y el miedo. Evitar las exageraciones nos ayuda a plantear el problema tal y cómo es. Es muy importante el sentido común. En ocasiones, la tensión psicológica es más una amenaza imaginaria que real. Hay que crear un plan de acción. El estrés será siempre mayor si no existe un plan para solucionar el problema. Los planes más útiles son aquellos que cuentan al menos con dos características: son realistas y son progresivos. No debemos postergar lo inevitable, es decir, aceptar que el momento de crisis es una realidad. Si existe una fuente clara de perturbación lo ideal es actuar para su solución. No dejar las cosas para mañana. No hay porqué afrontarlo y superarlo solo, busca ayuda y comprensión. La tensión se maneja mejor si existe la sensación subjetiva de apoyo y comprensión por parte de las personas significativas de tu entorno. Compartir las dificultades ayuda a superarlas mejor. No te escondas ante las dificultades, ya que las personas que te quieren estarán a tu lado para ayudarte. No serás una decepción para ellos, y dejar para más adelante hablar con ellos dificulta más la confianza y, si la situación empeora, te será más dificil. Recuerda siempre realizar actividades estimulantes. La monotonía es un factor que tiende a agravar la respuesta de estrés. Actuar, ya que los problemas no se resuelven en la imaginación. Actuar de un modo progresivo y sistemático será siempre la mejor manera de ayudarse a sí mismo. La crisis económica es una situación que nos provoca un gran malestar, pero si somos conscientes y respetuosos con nosotros mismos no debemos permitir que merme nuestra calidad de vida. Si mantenemos el tipo y la afrontamos de una manera racional (sabiendo que muchas veces es difícil), nos ayudará a encontrarnos mejor y estaremos más preparados ante esta situación.

sábado, 10 de enero de 2009

Las estrellas no estan lejos

Ni las estrellas están lejos
ni yo soy sólo el producto de la imaginación humana, ni tu magia es tan irreal,
ni el mundo es imposible de cambiar.
Si, ha llegado el momento de despedirme de ti, pero....si algo en tu interior te hace pensar
que tal vez tengas frente a tus ojos
algo cercano a la magia,
si una brizna de esperanza hace que tus pupilas se dilaten ante la idea de volar...
te diré algo:" lánzate a la aventura de vivir".
Quizás una noche entre los pliegues de tu almohada,sientas ni presencia, mis consejos, mis respuestas mezclándote con tus sueños.
Quizás mañana, en un bar, escuches palabras de aliento de no sabes bien que rostro...
Eres aspirante a construir sueños y eso es parte de la magia que hay en ti;
por tanto,confia en las señales.
Te doy la bienvenida al mundo de los vivos.
Despliega las alas de tus sueños...y volemos juntos.

Fragmento final del libro "curso de vuelo para constructores de sueños".

lunes, 5 de enero de 2009

domingo, 4 de enero de 2009

Nuevas sesiones de T.Grupal

Un año más comienzan en el gabinete de Psicología Vila de Paz las nuevas sesiones de Terapia grupal.
Al igual que la terapia psicológica individual, la terapia de grupo ayuda a las personas a resolver sus problemas diarios, centrándose en los problemas de relación con los demás.Se considera que estos grupos incluyen personalidades ”normales” que desean crecer, cambiar y desarrollarse.El grupo es como una representación reducida del mundo real, sirviendo por tanto de entrenamiento para la vida. En la medida en que se puede asumir que cada miembro actuará dentro del grupo e interactuará con los otros de manera similar a como actúa fuera, el grupo resulta el marco ideal para descubrir y practicar nuevas formas de abordar las relaciones sociales. El grupo es un contexto nuevo para probar otras formas de comportamiento en un ambiente creado para ello y orientado por un experto. Cambiar de contexto facilita el surgimiento de nuevas soluciones a antiguos problemas, pues en muchas ocasiones nos encontramos tan inmersos en los conflictos que no podemos hallar la manera de salir de ellos, teniendo la sensación de haberlo intentado todo, cuando en realidad hemos hecho más de lo mismo. El grupo permite crear un contexto que facilita la comunicación abierta. A través de la exploración interpersonal, los miembros tienen la oportunidad de aprender sobre sí mismos y sentirse comprendidos por los demás miembros del grupo. La terapia grupal es adecuada para ayudar a distintas personas, desde aquellas que están interesadas en desarrollar habilidades sociales hasta personas con otro tipo de problemas, como por ejemplo: ansiedad, baja autoestima o personas con técnicas de afrontamiento inefectivas. Sin embargo la terapia de grupo es especialmente efectiva para personas con dificultades para relacionarse con los demás, ya sea por timidez o, al contrario, por exceso de protagonismo u otros motivos que hagan que sus relaciones con los demás no sean satisfactorias. Naturalmente los objetivos difieren de una persona a otra y el terapeuta se marcará unos objetivos individuales para cada uno de sus miembros y otros objetivos grupales para el beneficio global del grupo. La terapia grupal ayuda a descubrir nuevas formas de relacionarte con los demás, aumenta el sentimiento de autoeficacia y mejora la autoestima. Además otorga una sensación de apoyo y sentimiento de pertenencia a un grupo que activa procesos de identificación entre los diferentes miembros, permite disminuir la sensación de aislamiento y soledad tan frecuente en algunas personas, nos hace sentir útiles al ver que podemos ayudar a otros miembros del grupo, descubrimos que no somos los únicos que sufrimos y otras personas atraviesan circunstancias similares a las nuestras, haciendo eso que nos sintamos más seguros. Finalmente nos permite descubrir nuevas formas de afrontar la vida y los problemas cotidianos con el aporte de los demás miembros y las técnicas aprendidas en grupo con el terapeuta, permitiendo, con el tiempo, mejorar la autoconciencia y conocimiento de uno mismo y promover el crecimiento y desarrollo personal. La terapia de grupo valora la expresión auténtica de los sentimientos. En ella se espera que sus participantes sean auténticos y honestos. En la medida en que cada uno logre estar abierto a los comentarios de los demás y dispuesto a hablar francamente sobre sí mismo se verá más beneficiado de la terapia de grupo. La autorrevelación y las reacciones espontáneas favorecen la creación de un clima de confianza y cohesión que permite un buen funcionamiento del grupo.
Si bien el programa carece de rigidez, están asignados unos temas para cada una de las sesiones que, en función de la dinámica de grupo, se irán desarrollando en mayor o menor medida.

Aquellas personas que se encuentren interesadas al ver el programa pueden pedir más información contactando con el siguiente teléfono o correo electrónico : sandrapgvilarin@hotmail.com
Tfno:617387828

PROGRAMA 2009

1. SESION: PRESENTACIONES INDIVIDUALES
2. SESION: IDENTIFICACION DE CREENCIAS IRRACIONALES
3. SESION: HABILIDADES SOCIALES Y COMUNICACIÓN EFECTIVA
4. SESIÓN: ROLES DE PAREJA
5. SESIÓN: ROLES DE FAMILIA
6. SESIÓN: ROLES DE AMIGOS
7. SESIÓN: ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO INEFECTIVAS
8. SESIÓN: IMPORTANCIA EN LA TOMA DE DECISIONES
9. SESIÓN: APRENDER A MARCAR LOS LÍMITES
10. SESIÓN: DEVOLVER LA PELOTA A SU TEJADO
11. SESIÓN: NUESTRA AUTOESTIMA
12. SESIÓN: PENSAMIENTO POSITIVO

Propósitos para el año nuevo

Con el año nuevo siempre nos planteamos cambios y propósitos nuevos en nuestra vida, con la intención de crecer y mejorar como personas y sentirnos mejor con nosotros mismos.
Los nuevos propósitos tienen que ver con el ideal del “yo”, con lo que nos gustaría ser, sin tener demasiado en cuenta lo que somos o las posibilidades que tenemos de convertirnos en “lo que pretendemos”. Así que, según la cultura, la época o la sociedad en la que vivimos tendremos unas ideas u otras sobre ese ideal.
Es importante que tengamos claro qué estamos buscando con lo que nos proponemos; cuál es realmente nuestro objetivo, cuáles son nuestras posibilidades de alcanzarlo, porque si nos guiamos por un “ideal” es muy probable que nunca alcancemos el objetivo o que ni siquiera exista dicho objetivo (por ej, me puedo plantear estar “más sano” y eso no sé realmente cuándo lo alcanzaré, con lo que me sentiré frustrado y fracasado en cuanto abandone el propósito).
Con todo, los propósitos de cambio son síntoma evidente de salud y autoestima, ya que lo que nos proponemos es alcanzar nuestro ideal de persona, porque nos queremos lo suficiente para visualizarnos a nosotros mismos de esa manera y luchamos por conseguir estar más sanos, ser más atractivos, más inteligentes o tener un mejor trabajo, pareja o familia, etc.
Lo que no es positivo es hacernos propósitos inalcanzables, agotadores, nada satisfactorios, que no tienen demasiadas probabilidades de llevarse a cabo y que, si no se cumplen, pueden llevarnos a tener una sensación de fracaso y frustración que en lugar de mejorar la visión de nosotros mismos, mine nuestra autoestima, llevándonos incluso a sentimientos de profunda tristeza e irritabilidad.

Recomendaciones prácticas para los nuevos propósitos
  • Darse tiempo para reflexionar sobre el ideal de persona que cada uno tiene en mente y lo que verdaderamente nos proponemos alcanzar.
  • Ser realista en los planteamientos de los propósitos a alcanzar.
  • El abandono de un “propósito” no tiene por qué significar el abandono del objetivo que llevó a programar esa actividad. Además, de alguna forma, el objetivo está satisfecho y, en ese sentido, no tiene por qué ser un “fracaso”.
  • Buscar / encontrar motivaciones en la propia actividad que se va a emprender, y si no se encuentran, pensar que es muy probable que posteriormente se abandone. Si la actividad que me propongo emprender no plantea suficiente motivación en mí, preguntarme si puedo alcanzar el objetivo deseado por otros medios.
  • Procurar convertir los propósitos en un estilo de vida y, si realmente suponen un gran esfuerzo, acotarlos en el tiempo para poder sentir que hemos concluido con éxito lo que nos proponíamos.
  • En definitiva, tener presente y ser conscientes que, por muchos propósitos que nos hagamos, es muy posible que no lleguemos a ese “ideal” que nos proponemos alcanzar, y que como mucho (y no es poco), vamos a mejorar algunos aspectos de nosotros mismos.