martes, 4 de junio de 2013

Terapia de grupo: un espacio de confort

La terapia de grupo es un espacio compartido en espacio y tiempo por personas que desean identificar sus capacidades y desarrollarlas, buscando y encontrando respuestas a algún posible malestar, con el objetivo de sentirse mejor y afrontar de una manera más eficaz las dificultades del día a día. La terapia permite encontrar estrategias de afrontamiento ante las vicisitudes de la vida. No se pretende, en ningún caso, dar consejos ni sugerir conductas; el terapeuta es solo un guía que aporta y reconduce la información en el grupo. Se trata de una vivencia, no de un debate sobre la conveniencia o no de unas determinadas conductas.
Varias personas se reúnen en un clima de escucha, respeto, aprendizaje y ausencia de críticas destructivas, dispuestos todos a compartir miedos e inseguridades a fin de crecer y evolucionar como personas.
En general, participar en una terapia de grupo genera muchas veces temores o miedos, todo por enfrentarse a una situación desconocida. Esto hace que, al inicio de la terapia, los participantes se muestren reticentes a exponerse ante otros desconocidos. Lo sorprendente es que si se arriesgan a empezar la terapia, después de los primeros encuentros, se observa un aumento de la confianza, en sí mismos y en el resto del grupo y en las propias capacidades y posibilidades de conocer emociones y sentimientos que se producen a través de la interacción con los demás, sentimientos muchas veces ocultos en nuestro interior y que no somos capaces de sacar a la luz. Así, estos sentimientos y emociones, si no somos capaces de expresarlos, acaban enquistándose en nuestro interior y pasan a ser un lastre más que deja nuestra ajetreada vida, tornándose en malestar psicológico, ansiedad o sintomatología física que azota nuestro cuerpo.
El grupo plantea una metodología de trabajo que aporta innumerables beneficios, convirtiéndose en un espacio de seguridad para sus participantes, un lugar confortable que proporciona sentimientos de pertenencia y entendimiento compartido.
Algunos aspectos que se mejoran asistiendo a una terapia de grupo para crecimiento personal es el conocimiento más profundo sobre uno mismo y nuestro modo de pensar, sentir y actuar acerca de nuestras capacidades y limitaciones a la hora de relacionarnos con los demás, ya sean familiares, compañeros de trabajo, amigos, pareja, etc…En el grupo se trabaja también la tolerancia a la frustración, desarrollando la paciencia e interés en los demás y no solo en nosotros mismos. Nos enriquecemos, no solo de las aportaciones del terapeuta, sino de las del resto de participantes del grupo.
La terapia de grupo es, además, la representación a pequeña escala de lo que nos encontraremos en el exterior, facilitándonos un entrenamiento seguro y confortable para evitar decepciones y frustraciones futuras en ambientes más hostiles.
Para participar en una terapia grupal, necesariamente, el psicólogo debe conocer primero de forma individual a los integrantes de la misma para valorar cada problemática por separado y orientar hacia el grupo más adecuado a las necesidades individuales de cada uno, pues no todo el mundo se encuentra en un momento óptimo para realizar una terapia grupal.
El Gabinete de Psicología Vila de Paz realiza desde hace ya ocho años dinámicas grupales y sus terapeutas están formados específicamente en la dirección de este tipo de terapia, siendo capaces de guiar a integrantes con diversas problemáticas, así como grupos de crecimiento personal.
Consideramos que en la mayoría de los casos la terapia grupal es una experiencia más real y enriquecedora para las personas que una terapia individual, pues fomenta y alimenta la realidad social. No hay nada como vivenciar por uno mismo y ante otros nuestros puntos fuertes y nuestros aspectos más débiles, en un ambiente protegido como es una terapia grupal. Os animo a todos a vivir una de esas evoluciones personales en un marco como el que os podemos ofrecer si es esa vuestra necesidad.