La terapia de grupo es un espacio
compartido en espacio y tiempo por personas que desean identificar sus
capacidades y desarrollarlas, buscando y encontrando respuestas a algún posible
malestar, con el objetivo de sentirse mejor y afrontar de una manera más eficaz
las dificultades del día a día. La terapia permite encontrar estrategias de
afrontamiento ante las vicisitudes de la vida. No se pretende, en ningún caso,
dar consejos ni sugerir conductas; el terapeuta es solo un guía que aporta y
reconduce la información en el grupo. Se trata de una vivencia, no de un debate
sobre la conveniencia o no de unas determinadas conductas.
Varias personas se reúnen en un
clima de escucha, respeto, aprendizaje y ausencia de críticas destructivas,
dispuestos todos a compartir miedos e inseguridades a fin de crecer y
evolucionar como personas.
En general, participar en una
terapia de grupo genera muchas veces temores o miedos, todo por enfrentarse a
una situación desconocida. Esto hace que, al inicio de la terapia, los
participantes se muestren reticentes a exponerse ante otros desconocidos. Lo
sorprendente es que si se arriesgan a empezar la terapia, después de los
primeros encuentros, se observa un aumento de la confianza, en sí mismos y en
el resto del grupo y en las propias capacidades y posibilidades de conocer
emociones y sentimientos que se producen a través de la interacción con los
demás, sentimientos muchas veces ocultos en nuestro interior y que no somos
capaces de sacar a la luz. Así, estos sentimientos y emociones, si no somos
capaces de expresarlos, acaban enquistándose en nuestro interior y pasan a ser
un lastre más que deja nuestra ajetreada vida, tornándose en malestar
psicológico, ansiedad o sintomatología física que azota nuestro cuerpo.
El grupo plantea una metodología
de trabajo que aporta innumerables beneficios, convirtiéndose en un espacio de
seguridad para sus participantes, un lugar confortable que proporciona
sentimientos de pertenencia y entendimiento compartido.
Algunos aspectos que se mejoran
asistiendo a una terapia de grupo para crecimiento personal es el conocimiento
más profundo sobre uno mismo y nuestro modo de pensar, sentir y actuar acerca
de nuestras capacidades y limitaciones a la hora de relacionarnos con los
demás, ya sean familiares, compañeros de trabajo, amigos, pareja, etc…En el
grupo se trabaja también la tolerancia a la frustración, desarrollando la
paciencia e interés en los demás y no solo en nosotros mismos. Nos
enriquecemos, no solo de las aportaciones del terapeuta, sino de las del resto
de participantes del grupo.
La terapia de grupo es, además,
la representación a pequeña escala de lo que nos encontraremos en el exterior,
facilitándonos un entrenamiento seguro y confortable para evitar decepciones y
frustraciones futuras en ambientes más hostiles.
Para participar en una terapia
grupal, necesariamente, el psicólogo debe conocer primero de forma individual a
los integrantes de la misma para valorar cada problemática por separado y
orientar hacia el grupo más adecuado a las necesidades individuales de cada
uno, pues no todo el mundo se encuentra en un momento óptimo para realizar una
terapia grupal.
El Gabinete de Psicología Vila de
Paz realiza desde hace ya ocho años dinámicas grupales y sus terapeutas están
formados específicamente en la dirección de este tipo de terapia, siendo capaces
de guiar a integrantes con diversas problemáticas, así como grupos de
crecimiento personal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario