La Inteligencia Emocional se
refiere a la capacidad humana de sentir, entender, controlar y modificar
estados emocionales. Entre las habilidades emocionales están la capacidad de
motivarse, persistir frente a las decepciones, controlar los impulsos, saber
decir NO a las recompensas inmediatas en pos de una gratificación más duradera
a más largo plazo, mantener estable el estado de ánimo, mostrar empatía o tener
esperanza, entre otras.
Las personas con una alta
Inteligencia Emocional conocen, manejan, interpretan y se enfrentan con
eficacia a los sentimientos, tanto propios como ajenos. Tienen ventaja en las
relaciones amorosas y dominio sobre su propia vida, además de sentirse
satisfechas, eficaces y productivas.
Todas las emociones son
necesarias. No se trata de estar feliz todo el día, ya que el dolor es también
parte de nuestras vidas y, muchas veces, es incluso necesario. El secreto de
una vida emocional plena se basa en aceptar y encajar convenientemente todas
las emociones, las que nos producen felicidad y las que nos provocan tristeza o
dolor, sin dejarnos arrastrar por las adversidades ni vivir de manera
desproporcionada los problemas.
Una de las estrategias básicas es
aprender a controlar nuestros impulsos, si bien a veces las emociones son tan
fuertes que pueden entorpecer la capacidad de pensar o planificar.
Debemos destacar también virtudes
como el optimismo y la empatía. El primero, pues evita que caigamos en la
desesperanza o depresión. Es importante
sentir que tenemos cierto dominio sobre los acontecimientos de nuestra vida,
aceptando los desafíos como se nos presentan, con la convicción que podremos
superarlos.
Sin duda, el mundo emocional
influye de forma clara en nuestra salud. Así, cuando enfermamos, nuestro estado
emocional juega un papel fundamental a la hora de recuperarnos, así como puede
también ser una fuente de persistencia de la enfermedad.
La ira parece ser la emoción que
más daña al corazón. Por su parte, la ansiedad excesiva disminuye nuestro
sistema inmunológico, dejándonos a merced de resfriados, herpes, problemas
digestivos, etc… Por eso es importante aprender a manejar la ansiedad con
ejercicio físico, relajación, contacto con la naturaleza, yoga o otras terapias
alternativas.
La esperanza nos brinda la fuerza
para soportar las circunstancias dolorosas.
La Inteligencia Emocional nos
habilita para triunfar en la vida y nos ayuda a mejorar nuestra salud física y
psíquica. Cuando estamos de buen humor y en armonía interna, nuestra actitud
mejora frente a las vicisitudes de la vida cotidiana.
Por tanto, todo pasa por nuestras
emociones y por cómo interpretamos la realidad. Podemos tener todo y no
quererlo o tener poco y sacarle el máximo jugo posible.
Siempre somos nosotros quienes
tenemos el poder y es nuestra decisión si estamos dispuestos a aprender y
explotar nuestro potencial o en cambio preferimos quedarnos estancados.
En el Gabinete de Psicología Vila
de Paz organizamos cada año, allá por el mes de octubre, unas jornadas de retiro
de fin de semana para conocernos más a nosotros mismos y mejorar nuestra
Inteligencia Emocional y nuestras habilidades y estrategias frente a las
emociones. Este encuentro se realiza siempre en un entorno idílico inmerso en
plena naturaleza. En próximos artículos iremos dando más información al
respecto. De la misma forma, cualquier persona interesada en este u otros
aspectos se puede poner en contacto con nuestro Gabinete, desde donde estaremos
encantados de ofrecerle más información.
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