martes, 11 de octubre de 2011

No existe un único camino...

En Psicología existen diferentes enfoques u orientaciones teóricas. Si tuviese que definir mi orientación no me encontraría cómoda encuadrándome en una única corriente, pues pienso que los modelos teóricos son sólo mapas posibles que nos ayudan como terapeutas a no perdernos a la hora de aproximarnos al psiquismo de las personas. Sin embargo la realidad de cada persona es más compleja y no se adapta siempre al mismo mapa. Así, si nos empecinamos en usar uno único quizá las viviencias de las personas no encajaran siempre en el mismo mapa.
El terapeuta, a mi modo de ver, debe entender su papel desde una concepción abierta y flexible que integre las aportaciones de diferentes modelos teóricos.
En mi caso trato de realizar una terapia centrada en las soluciones y posibilidades del presente, más que en la búsqueda de explicaciones profundas que muchas veces suelen rayar el victimismo y la dependencia pasiva. Me parece necesario el trabajo y la implicación de la persona, pues lo importante sucede en la vida cotidiana, para la que la terapia debe convertirse en soporte y ayuda.
No me considero, por el hecho de ser terapeuta, en posesión de la verdad, ni tan sólo con el equilibrio psicológico "sano", ni tampoco en el "tipo de vida" más adecuado. Ni mucho menos las relaciones familiares y de pareja son siempre perfectas. Esto es porque, antes que psicóloga o terapeuta, soy persona y, como tal, sufro, gozo, tengo miedos y actos de valentía, altos y bajos...como cualquier persona he superado procesos de ansiedad o de sufrimiento, así como he gozado de un positivo crecimiento personal. Por todo esto considero el trabajo del terapeuta desde mi humildad y bajo una gran responsabilidad.
Procuro ser un acompañante temporal en la travesía de algunas personas cuando el temporal es fuerte y a veces no arrecia. Valoro mucho el aquí y ahora como principal camino para superar los condicionantes del pasado.

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