sábado, 6 de febrero de 2010

Creando puentes

Mucha gente se sorprende ante una pareja que se siente feliz y realizada tras muchos años juntos. El secreto de su éxito radica en su estilo de comunicación. Si bien somos seres individuales, no somos islas independientes unos de otros. Por medio de la comunicación nos relacionamos con los demás y establecemos vínculos. El dialogo constituye un puente que nos conecta con los que nos rodean y el poder compartir emociones, sentimientos, preocupaciones, miedos o problemas, es esencial para la pareja.
Sin embargo, la comunicación no es fácil; es un arte que se debe practicar continuamente. Comunicarse en la pareja es mucho más que hablar. Es poder expresar o transmitir libremente los pensamientos y emociones con sencillez y honestidad, teniendo en el otro a un buen receptor. La comunicación es una actitud de apertura al otro, que implica disponibilidad para compartir y que se construye a diario.
Estudios recientes han demostrado que los matrimonios infelices poseen defectos en su comunicación. Así, varios de los problemas matrimoniales provienen de una misma fuente: la falta de comunicación, generando una falsa tolerancia enfermiza que lleva a cada miembro de la pareja a vivir de forma independiente.
La incomunicación aísla, aleja, encierra y bloquea, no permitiendo disfrutar de la convivencia. Es evidente que nadie disfrutaría de una relación donde se den dichas variables a diario, por lo que es fundamental desarrollar una buena comunicación .El diálogo acorta distancias fortaleciendo el vínculo de pareja.
Ahora bien, existen varias formas de comunicar sentimientos, una de ellas es por medio de los gestos, de la mímica del rostro, de la postura del cuerpo, el tono de voz, etc. Cuanto más estrecha sea la relación entre las personas, más importancia tendrá este tipo de comunicación no verbal. Pequeños actos de amor tienen un poder que jamás podemos subestimar. Apenas el toque de una mano, una sonrisa amable, una caricia puede operar maravillas.
Otra forma de comunicarnos es verbalmente; las palabras pueden tanto edificar como destruir la relación. Así, la comunicación constructiva es aquella que es respetuosa, abierta y transparente y que aporta un crecimiento a la pareja. En esta clase de comunicación ideal se dejan de lado los rencores, las acusaciones y las exigencias para asumir las propias responsabilidades logrando un diálogo productivo. Para este tipo de comunicación es indispensable ser sinceros y pacientes, guardando el respeto mutuo.
Opuesta a la anterior existe la comunicación destructiva, caracterizada por ser irrespetuosa, prepotente, rencorosa y vengativa, destruye el vínculo, genera desconfianza y temor.
Ahora bien, los conflictos en la pareja generan a menudo incomunicación. A veces sucede que uno de los cónyuges responde con monosílabos al deseo de comunicarse de su pareja, lo que genera mayor insistencia por parte de ésta y no suele ser productivo. Hay quienes también utilizan el silencio como castigo o máscara que oculta la incapacidad de comunicarse, de admitir equivocaciones, escondiendo las debilidades. Muchos otros no desean comprometerse a abrirse al otro por temor a fracasar. Al no comunicarse el sujeto se encierra detrás de un muro cada vez más alto, o puede llegar a comunicarse erróneamente no permitiendo a la pareja poder entender sus sentimientos.
¿Pero, qué significa comunicarse realmente? Y ¿qué beneficios obtiene la pareja? En su sentido más amplio, comunicación significa "comunión" y constituye el lazo de unión en la pareja. Comunión es tener tiempo uno para el otro, hacer algo juntos. Comunión es conversar por una preocupación común. Es cualquier palabra o acto que crea el sentimiento de unidad disolviendo barreras, favoreciendo la comprensión recíproca y facilitando la solución de los conflictos. El correcto diálogo posibilita la cooperación para el logro de objetivos mutuos y hace que la convivencia sea agradable, fructífera y enriquecedora. Y lo más importante, una buena comunicación genera sensaciones de seguridad, de amor y de comprensión.
Pero para que el diálogo funcione debe darse un feedback (ida y vuelta) entre ambos cónyuges. El diálogo trata de dar y recibir: dar nuestro tiempo, nuestros "oídos" y recibir al otro, aunque en ocasiones pensemos que no necesitamos nada de los demás.
La comunicación efectiva para una pareja puede aprenderse en terapia de pareja, a través de pautas y entrenamiento, dando la posibilidad, sobre una base de amor, de recuperar un puente entre uno y otro que había dejado de existir.

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