sábado, 29 de octubre de 2016

SIN RAICES NO PODEMOS VOLAR

Cada vez que sentimos un vacío emocional al que no encontramos motivo ni explicación racional alguna, y al que tal vez le buscamos motivos circunstanciales que suceden en nuestras vidas, siempre procede, inevitablemente, de nuestros orígenes y raíces, es decir, nuestra familia y ancestros. Muchas veces han sucedido cosas en la familia, algunas conocidas para nosotros y otras desconocidas, que dejan un peso emocional en nosotros que arrastramos sin ser conscientes de ello. Cada uno de nosotros existimos gracias a un padre y una madre que nos dieron la vida. A pesar de las circunstancias acaecidas, por difíciles de entender que nos parezcan, nosotros venimos de ese origen y si queremos estar bien con nosotros mismos nos debemos a una reconciliación amorosa con él. El gran trabajo personal de cada uno de nosotros es el sentir un amor sano hacia nuestro padre y madre para integrarlos en nuestro corazón de un modo sano, aceptando y entendiendo sus dificultades y sabiendo que dentro de sus posibilidades lo hicieron lo mejor que pudieron y supieron; gracias a su proceder la vida continúa en cada uno de nosotros, sus hijos. Ese legado de amor sano y de entendimiento hacia nuestros padres es la mejor herencia que podemos dejar a nuestros hijos. Sin embargo a veces entendemos el amor de hijos desde posiciones insanas. Ser hijo no es colocarse en el papel de madre o padre de mis propios padres, sino más bien aceptar que ellos decidan qué hacer con sus vidas aunque nos cueste entenderlo. A pesar de que nosotros consideremos que toman decisiones equivocadas, ellos son los padres, gracias a ellos estamos aquí, por tanto es evidente que hicieron grandes cosas y es necesario que les dejemos hacer lo que deseen con sus vidas aún cuando a nosotros nos parezca inadecuado. A veces podemos sentir frustración y sin embargo lo adecuado sería colocarnos en el lugar que me corresponde como hijo-a y confiar en los que han estado antes que yo en esa misma tesitura; por lo tanto llevan más tiempo aquí y por lógica saben más que yo aunque a veces me cueste aceptarlo.
Nos escudamos en sus dificultades para no enfrentar las nuestras propias como adultos, como nos escudamos después en las de nuestra pareja, el jefe, el trabajo, los niños, etc. Vivimos en una sociedad que no deja espacios a nuestras emociones para así evitar mirar hacia dentro de nosotros mismos. Nos despistamos mirando hacia fuera, viendo así, solamente, la “paja en el ojo ajeno”, ocupándonos del resto y me despreocupándonos de mirar hacia dentro de nosotros mismos. Pero solo ahí, en lo más profundo de nuestro interior, reside la verdad de nuestros vacíos, miedos e inseguridades y solo en ese espacio “conmigo mismo” se halla el verdadero orden y equilibrio, aceptando a los que nos dieron la vida.
Desde nuestro Gabinete organizamos el fin de semana del 11, 12 y 13 de Noviembre un retiro de salud, un fin de semana para cuidarnos y encontrarnos con nosotros mismos y nuestros orígenes. Un espacio donde profesionales de la salud, psicólogos, enfermeros de salud mental, profesores de yoga, filosofía, meditación y otras disciplinas del ámbito de la salud se juntarán para guiarnos a enfrentar nuestros orígenes y raíces y explicarnos la importancia de ordenarnos y sentirnos cómodos en el lugar del que provenimos, la familia. El retiro lleva por lema ”Sin raíces no podemos volar”y en el trataremos de estos temas, mientras tendremos espacios para el yoga, la relajación, la meditación en un ambiente sano y con una cocina vegetariana y armoniosa.
De nuestra aceptación y entendimiento depende en gran parte nuestra felicidad. Aceptar que somos de dónde venimos es el primer paso.
Venimos y somos gracias a nuestros padres, gracias a ellos estamos aquí, por eso es fundamental estar en paz con ellos para estarlo con nosotros.
Sin estar ubicados en nuestro árbol no podremos hacer crecer las nuevas ramas de nuestro árbol de un modo sano. Todo empieza en las raíces y termina en hojas que tocan el cielo. Sin raíces firmes no podemos volar alto. Sin raíces firmes las ramas no pueden desplegar al cielo. Espero que este retiro y este espacio nos sirva a todos para llegar a la profundidad de nuestras raíces y nutrir la tierra haciendo crecer y florecer de modo sano y amoroso nuestras vidas.

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