lunes, 24 de marzo de 2008

Falsas creencias

Las creencias que cada uno de nosotros tenemos influyen en nuestras emociones, y por medio de ellas en nuestra salud. Dichas creencias se basan en la interpretación que hacemos de los hechos, y no de éstos en si mismos. Es por dicho motivo que a varias personas le puede suceder el mismo acontecimiento y se comportan de distintas formas, y ese comportamiento está sin duda influido por su sistema de creencias, en parte innato, pero en parte adquirido o aprendido y por tanto modificable.
Todas las personas poseemos en mayor o menor medida una serie de creencias que autores como A Ellis o A Back llamaron creencias irracionales, falsas o distorsionadas. Dichas creencias no son otra cosa que interpretaciones o conclusiones falsas que las personas hacemos de acontecimientos cotidianos. Estos autores son los que más han contribuido a estudiar dichos pensamientos y opinaban que en parte el sufrimiento humano era innecesario pues provenía de dichas creencias y modificándolas podíamos dejar de sufrir de forma muchas veces inútil.
Podíamos citar muchas de estas creencias o pensamientos y la mayoría de nosotros nos sentiríamos identificados con algunas de ellas.
Algunos de nosotros pensamos que si somos buenos con alguien merecemos eso mismo hacia nosotros, la madre que espera que si cuida bien a su hijo este haga lo mismo con ella si lo necesita, o la esposa fiel que espera por ello la misma fidelidad de su esposo. En realidad y por desgracia no siempre ocurre así. Otros de nosotros ante cualquier contratiempo proyectamos una visión catastrófica, en ocasiones emitimos juicios de valor sobre los demás o nos exigimos normas rígidas a nosotros mismos. Tambien interpretamos el pensamiento de los demás o pretendemos cambiar a otros y hacerlos a nuestra imagen y semejanza o como nos gustaría que fuesen. Existen muchas creencias irracionales e identificar en cada uno de nosotros las más frecuentes es el primer paso para poder modificarlas y así mejorar nuestra calidad de vida.
En muchas ocasiones dichas creencias generan ansiedad, tristeza, rabia, frustración, por lo que nuestra salud mental puede verse afectada. La mejora en nuestro estado de salud tal y como dicen los homeópatas sigue el camino de dentro hacia fuera y así ocurre que las creencias producen emociones que hacen que nos comportemos de un modo u otro, para modificar pues algunos de nuestros comportamientos debemos identificar las creencias irracionales y modificarlas por otras más racionales y que generen comportamientos más adaptativos. Existen técnicas en psicología tales como la técnica de reestructuración cognitiva que sirven para dicho fin. Si en tus pensamientos identificas creencias de este tipo, acudir a tu psicólogo podrá ayudarte a mejorar tu nivel de salud mental y tu bienestar.

No hay comentarios: