viernes, 15 de agosto de 2008

Terapia grupal como intervención psicológica

Al igual que la terapia psicológica individual, la terapia de grupo ayuda a las personas a resolver sus problemas diarios, centrándose en los problemas de relación con los demás.
Se considera que estos grupos incluyen personalidades” normales” que desean crecer, cambiar y desarrollarse.
El grupo es como una representación reducida del mundo real, sirviendo por tanto de entrenamiento para la vida. Las dificultades y decepciones que llevaron a la persona a la consulta se reactivan dentro del grupo. Además, los problemas interpersonales, se hacen mucho más claros en el grupo que en la descripción que ellos puedan hacer de sí mismos, siendo más evidentes para el terapeuta y el afectado las conductas desadaptativas que luego pueden trabajar individualmente y con la ayuda de su terapeuta.
En la medida en que se puede asumir que cada miembro actuará con los otros de manera similar a como actúa afuera, el grupo resulta el marco ideal para descubrir y practicar nuevas formas de abordar las relaciones sociales.
El grupo es un contexto nuevo para probar otras formas de comportamiento en un ambiente creado para ello y orientado por un experto.Cambiar de contexto facilita el surgimiento de nuevas soluciones a antiguos problemas, pues en muchas ocasiones nos encontramos tan inmersos en los conflictos que no podemos hallar la manera de salir de ellos, teniendo la sensación de haberlo intentado todo, cuando en realidad hemos hecho más de lo mismo.
El grupo permite crear un contexto que facilita la comunicación abierta. A través de la exploración interpersonal, los miembros tienen la oportunidad de aprender sobre sí mismos y entenderse comprendidos por los demás miembros del grupo.
La terapia grupal es adecuada para ayudar a distintas personas. Desde aquellas que están interesadas en desarrollar habilidades sociales, hasta personas con otro tipo de problemas como por ejemplo: ansiedad, baja autoestima o personas con técnicas de afrontamiento inefectivas. Sin embargo la terapia de grupo es especialmente efectiva para personas con dificultades para relacionarse con los demás, ya sea por timidez, o por exceso de protagonismo u otros motivos que hagan que sus relaciones con los otros no sean satisfactorias. Naturalmente los objetivos difieren de una persona a otra.
La Terapia grupal ayuda a descubrir nuevas formas de relacionarte con los demás, aumenta el sentimiento de autoeficacia y mejora la autoestima. Además otorga una sensación de apoyo y sentimiento de pertenencia a un grupo que activa procesos de identificación entre los diferentes miembros, permite disminuir la sensación de aislamiento y soledad tan frecuente en algunas personas, nos hace sentir útiles al ver que podemos ayudar a otros miembros del grupo, descubrimos que no somos los únicos que sufrimos y otras personas atraviesan circunstancias similares a las nuestras, haciendo eso que nos sintamos más seguros. Finalmente nos permite descubrir nuevas formas de afrontar la vida y los problemas cotidianos con el aporte de los demás miembros y la guía del terapeuta, permitiendo, con el tiempo,mejorar la autoconciencia y conocimiento de uno mismo y promover el crecimiento y desarrollo personal.
La terapia de grupo valora la expresión auténtica de los sentimientos. En ella se espera que sus participantes sean auténticos y honestos. En la medida en que cada uno logre estar abierto a los comentarios de los demás y dispuesto a hablar francamente sobre sí mismo se verá más beneficiado de la terapia de grupo. La autorrevelación y las reacciones espontáneas favorecen la creación de un clima de confianza y cohesión que permite un buen funcionamiento del grupo.

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