domingo, 7 de diciembre de 2008

Cuando se retira el temporal

Es la misma sensación que cuando tras un temporal llega la calma. La necesidad de entender que no fue una derrota sino un reajuste vital en el tiempo, para dar paso a una calma mejor y más sentida. Ese sentimiento deja secuelas hasta que reestablece totalmente la calma y al ver todo lo que el temporal arrastró y arrasó a su paso, uno siente una sensación de pequeñez y de miedo indescriptible. Una falta de control antinatural al ver la grandeza del universo y lo que dentro de el somos. En esta isla desierta mi corazón está también desierto y lleno de carencias, arrasado tras el temporal . Tal vez ahora que regresa la calma, aparte las ramas y los escombros de mi alma y deje hueco de nuevo al mar.
Mientras la vida pasa indetenible y milagrosa a mi lado, recordándome con su curso inexorable que nunca se detiene a preguntar nada, solo pasa y nosotros debemos absorberla en su esencia cada minuto, algo que ahora cada vez me cuesta más por que de beberla a sorbos tan grandes, en ocasiones casi me ahoga.
Me cuesta más llorar y gritar y no se si es bueno o malo, quizás malo para mi y bueno para los ojos de almas que vagan como la vida sin detenerse ni meditar por que continúan una trayectoria carente de sentido y de conciencia; pero siempre en calma y sin sobresaltos. No se atragantan, no beben a sorbos, solo cuando llueve se mojan, si no están secos.

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