jueves, 20 de marzo de 2008

Musicoterapia

Utilización de la música como herramienta de salud mental














Grupo Malabache.

El término musicoterapia se usa en general para designar cualquier forma de uso terapéutico de la música. Desde esta perspectiva, la terapia musical puede considerarse una herramienta eficaz para la salud y en especial, para la salud mental; ya que puede utilizarse como elemento mediador para favorecer las interacciones sociales y disminuir los niveles de ansiedad. En el presente artículo se exponen los principales efectos terapéuticos que esta técnica tiene sobre las personas. La literatura revisada aporta evidencia de efectos terapéuticos tanto a nivel fisiológico como psicológico. Entre ellos cabe destacar un estado de relajación, serenidad y un aumento de la interacción social.

La música se ha utilizado desde la antigüedad como elemento curativo o mediador para un fin terapéutico. Así lo han descrito numerosos filósofos, historiadores y científicos, quienes la han interpretado como una fuerza que influenciaba el pensamiento, las emociones y la salud. Ha sido también considerada como un arte que facilita la comunicación con los demás y la exploración de uno mismo. Como forma de arte, la música aparece antes que la misma ciencia, tan natural y espontánea como las emociones, tan inmediata y necesaria como la comunicación y el lenguaje. Al igual que otras formas de arte es una experiencia que propicia la creatividad y aumenta la sensibilidad, enriqueciendo y armonizando al ser humano. Este efecto pudo apreciarse en pintores de la talla de Vincent Van Gogh (al cual se le diagnóstico un cuadro psicótico) y Dalí (quien se autodefinía como paranoico), o escritores como James Joyce. Todos ellos se estabilizaban cuando desarrollaban su actividad artística. Hace más de 2.500 años que el filósofo griego Pitágoras recomendaba cantar y tocar un instrumento musical cada día para eliminar del organismo el miedo, las preocupaciones y la ira. Aristóteles hablaba también del valor curativo de la música, mientras que Platón la recomendaba para combatir miedos y fobias. Ambos filósofos llegaron a describir la música como modificadora del humor y de las emociones. Burton reunió todos los ejemplos disponibles de curación mediante la música. En el siglo XVII se habló de los efectos de la música sobre las fibras del organismo, atribuyéndole a ésta un efecto triple: calmante, incitante y armonizante. Actualmente, la música como terapia artística, al igual que otras artes como la pintura o la poesía, se le atribuyen efectos beneficiosos en pacientes con problemas de salud mental. El uso de la música dentro de las actividades terapéuticas de un psicólogo como una técnica no invasiva, efectiva y rentable que se utiliza con el propósito de crear un ambiente terapéutico que ayude a la persona a conseguir un cambio específico de conductas, sentimientos o funcionamiento fisiológico , promocionando así su salud y su bienestar. Además, se considera que mejora la empatía y ayuda a establecer una mejor relación terapéutica con la persona que acude a la consulta.


Efectos psicológicos de la música


Se ha demostrado que la música tiene la capacidad de reducir la ansiedad, la sensación de dolor, de movilizar emociones y evocar sensaciones. Puede traer a la memoria olores y colores, e incluso, modificar el estado de ánimo del oyente. La música ayuda a la expresión de emociones profundas, estimula la atención, la capacidad de concentración, la memoria a corto y a largo plazo. Mueve a la reflexión, facilita la comunicación verbal, estimula el uso del lenguaje y provoca el placer estético. Desde el punto de vista social, la música fomenta las relaciones entre los miembros del grupo, facilita la cohesión y el sentimiento de pertenencia al mismo y contribuye al desarrollo de habilidades sociales.


Efectos fisiológicos de la música


Actualmente, se atribuyen a la música efectos fisiológicos beneficiosos sobre el ritmo respiratorio, la presión arterial, las contracciones estomacales y los niveles hormonales. Igualmente, los ritmos cardíacos sufren variaciones, se aceleran o se vuelven más lentos hasta sincronizarse con los ritmos musicales. También se sabe que la música puede alterar los ritmos eléctricos de nuestro cerebro. La terapia musical sostiene que lo que uno escucha puede afectar la salud, positiva o negativamente. Si una persona cierra los ojos durante un minuto y escucha los sonidos que hay a su alrededor, el impacto recibido será distinto si escuchan bocinas, martillos, gotas de lluvia, niños riendo, o una orquesta sinfónica. De modo que el sonido puede ser un gran sanador o todo lo contrario.

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